
En el mundo de la psicoterapia, es común que algunos pacientes dejen de asistir después de unas pocas sesiones. Sin embargo, hay un patrón curioso que varios psicólogos hemos notado: algunas mujeres jóvenes y atractivas parecen abandonar la terapia cuando comienzan una relación con un «Sugar Daddy». ¿A qué se debe esto? ¿Es solo un cambio de prioridades o hay algo más profundo detrás de esta decisión?
El Placer Inmediato vs. el Esfuerzo Personal
Ir a terapia implica hacer un esfuerzo: hay que reflexionar sobre la propia vida, enfrentar emociones incómodas y trabajar en cambios que pueden tomar tiempo. En cambio, una relación con un «Sugar Daddy» puede ofrecer beneficios más rápidos y tangibles, como atención, compañía, estabilidad económica y una sensación de seguridad.
Cuando una persona tiene la opción de elegir entre hacer un esfuerzo personal para mejorar su bienestar o recibir satisfacción inmediata a través de otra persona, es natural que muchas opten por lo segundo. No porque la terapia no funcione, sino porque los resultados no son instantáneos.
Escapar del Malestar en Lugar de Afrontarlo
Muchas veces, las personas buscan evitar lo que les incomoda en lugar de enfrentarlo. La terapia puede hacer que alguien se confronte con emociones difíciles o problemas que preferiría ignorar. En este sentido, una relación con un «Sugar Daddy» puede convertirse en una distracción que permite enfocarse en cosas más agradables y dejar de lado las preocupaciones internas.
Esto no significa que la relación en sí sea negativa, pero sí puede ser una forma de postergar el trabajo emocional que tarde o temprano necesitará atención.
Diferencias en Prioridades y Objetivos de Vida
No todas las personas valoran el crecimiento personal o la independencia emocional de la misma manera. Si alguien siente que su bienestar está más ligado a la estabilidad económica, el reconocimiento social o la comodidad, es posible que la terapia no le parezca una prioridad en ese momento.
Sin embargo, esto puede llevar a depender demasiado de factores externos para sentirse bien. Si una persona basa su felicidad en lo que otra le brinda, podría encontrarse en una posición vulnerable si esa relación termina o cambia.
¿Cómo Puede Abordarse Esto en Terapia?
Si una paciente empieza a distanciarse de la terapia porque ha encontrado una relación que le ofrece estabilidad y satisfacción, el terapeuta puede ayudarla a reflexionar sobre algunas preguntas clave:
- ¿Esta decisión está realmente alineada con lo que quiero a largo plazo?
- ¿Estoy evitando lidiar con aspectos de mi vida que me generan malestar?
- Si esta relación terminara mañana, me sentiría emocionalmente segura y capaz de seguir adelante?
- ¿Estoy construyendo mi bienestar sobre bases sólidas o solo sobre lo que otra persona me da?
No se trata de decirle a alguien qué hacer, sino de ayudarle a tomar decisiones más conscientes y equilibradas.
Conclusión
El hecho de que algunas mujeres jóvenes dejen la terapia al comenzar una relación con un «Sugar Daddy» no es solo un tema de dinero o comodidad, sino que responde a procesos más profundos de búsqueda de satisfacción y bienestar. Mientras la terapia exige trabajo y paciencia, una relación con beneficios inmediatos puede parecer una mejor opción a corto plazo.
El reto para los terapeutas es acompañar sin juzgar, ayudando a las personas a ver si sus decisiones realmente las llevan hacia la vida que desean. Al final, la clave está en encontrar un equilibrio entre lo que nos hace sentir bien hoy y lo que realmente nos hará felices en el futuro.
Jefferson Bastidas