
En psicoterapia, hablamos mucho de emociones, pensamientos y cambios. Pero, ¿alguna vez has pensado que detrás de cada cambio hay una forma de energía? No hablamos de una energía mágica, sino de esa fuerza vital interna que te impulsa a sentir, aprender y transformarte.
En este artículo, quiero contarte cómo el aprendizaje y la energía interna se relacionan en el proceso terapéutico. Además, descubrirás cómo, cuando ambas se sincronizan, el cambio se vuelve más fluido y natural.
Aprender es más que saber: Es sentir y transformarse
En terapia, el aprendizaje no consiste solo en entender tus problemas, sino en aprender a sentir de otra manera. Por ejemplo:
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- Aprender a vivir la ansiedad sin que te controle.
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- Aprender a aceptar el pasado sin que te duela tanto.
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- Aprender a conectar con tus valores y deseos.
Este tipo de aprendizaje no ocurre en la cabeza, sino en todo tu cuerpo. Se graba en tu memoria emocional, en tus sensaciones y en tus reacciones automáticas. Pero para que este aprendizaje ocurra, es necesario que tu energía fluya libremente.
¿Qué tiene que ver la energía con tu bienestar?
Piensa en tu energía como el caudal de un río:
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- Cuando fluye libre, te sientes vital, curioso y con ganas de avanzar.
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- Cuando se bloquea, aparecen la ansiedad, el cansancio y la apatía.
El estrés, los traumas y las emociones no expresadas actúan como piedras que bloquean ese río. Por eso, muchas veces «sabes» qué hacer para sentirte mejor, pero no logras hacerlo, porque la energía está atrapada en el conflicto emocional.
Liberando energía para aprender y sanar
En psicoterapia, buscamos que tu energía deje de estar atascada en el miedo, la culpa o la apatía, y comience a moverse hacia el aprendizaje y el cambio. Cuando esto ocurre: Tu mente se calma y puedes pensar con claridad.
Tu cuerpo se relaja y puedes sentir sin ser desbordado.
Tu corazón se abre y puedes conectar con lo que realmente importa.
Un impulso para tu proceso: Más allá de las palabras
A veces, hablar y reflexionar no es suficiente. Por eso, integrar técnicas que trabajen la energía y el cuerpo junto con la palabra potencia el proceso terapéutico. Esta combinación:
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- Calma tu sistema nervioso, ayudándote a salir del ciclo de ansiedad.
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- Despierta tu energía vital, devolviéndote las ganas de avanzar.
- Facilita el aprendizaje emocional, permitiendo que los cambios se sientan naturales y duraderos.
- Más allá de la psicoterapia tradicional: en Manizales y Caldas, donde la oferta de psicoterapia es diversa, este enfoque se diferencia no solo por las técnicas empleadas, sino por la manera como se integran. Si bien la conversación y la escucha activa son pilares esenciales, este abordaje va más allá: incluye la regulación bioenergética, lo que potencia el proceso terapéutico al armonizar la energía emocional y corporal del paciente. De esta manera, la psicoterapia no solo aborda el sufrimiento, sino que también despierta la vitalidad y el sentido de vivir.
Conclusión: Aprender es energizarse
En terapia, el cambio ocurre cuando cuerpo y mente aprenden juntos. Cuando liberas tu energía bloqueada, el aprendizaje se convierte en transformación. Y lo más interesante es que ese aprendizaje se queda contigo, guiándote mucho más allá de la terapia.
Si quieres saber cómo este enfoque puede ayudarte, contáctame.
Jefferson Bastidas